"Cuando Damián Caneda dijo en el Archivo Municipal que con la lectura de este pregón comenzó la historia de Málaga, no iba descaminado"

No le temblaría la voz al pregonero real, Lorenzo de Valladolid, cuando en la plaza de las Cuatro Calles, hoy de la Constitución, voceó el repartimiento de Málaga a favor de los vencedores –los cristianos– y para escarnio de los vencidos –los moros–. Esos moros ya estaban aquí, en Málaga, en el año 711, por eso, exactamente 777 años después, justamente los que se cumplían con la lectura del pregón, la historia de los habitantes de la ciudad daba un giro brusco. Los moros que no habían muerto en la guerra partían al exilio, los cristianos se repartían Málaga como botín. Ayer, cuando Damián Caneda dijo en el Archivo Municipal que con la lectura de este pregón comenzó la historia de Málaga, no iba descaminado. Quizás debiera haber dicho «la otra historia», porque la de tartesios, íberos, fenicios, cartagineses, romanos, godos y árabes, definitivamente y a partir de ese instante ya se había finiquitado. Con el Pregón de los Repartimientos se estrena Un siglo en doce meses iniciado con el siglo XV, desde que Málaga tiene Ayuntamiento. Acertada iniciativa para mostrar los tesoros del Archivo. Gracias a él, hoy Lorenzo de Valladolid, 525 años después ha vuelto a ser escuchado.