Addthis Minisite

Cartas de profesión de las religiosas del Convento de Santa Ana del Cister

La abadía de Santa Ana del Cister de Málaga fue fundada en 1604 por el Obispo D. Juan Alonso Moscoso (1603-1614) y se clausuró en el mes de diciembre del año 2009. Parte de su documentación fue cedida temporalmente al Archivo Municipal de Málaga. Entre esa documentación se encuentran las llamadas “Cartas de Profesión”. El proceso seguido para tomar el hábito, es decir, para que una seglar se convirtiera en novicia, estaba perfectamente regulado:

La aspirante que quería tomar el hábito se presentaba ante el examinador que la recibía en la sacristía del convento y le tomaba juramento. Ella iba respondiendo a diversas preguntas: su nombre, el de sus padres, su edad, si era hija legítima, si no padecía enfermedad contagiosa, si quería tomar los hábitos libremente, si no estaba casada ni había dado palabra de matrimonio... y finalmente firmaba su declaración.

Habitualmente el noviciado tenía una duración de un año, pasado este tiempo tenía lugar la ceremonia de Profesión Solemne. Esto se reflejó documentalmente en las cartas de profesión. En ellas, las religiosas se comprometían oficialmente a formar parte de la misma, sometiéndose a la Regla de la Orden y cumpliendo los votos de pobreza, obediencia y castidad.

La fórmula es prácticamente igual a lo largo del tiempo:

“Yo Sor... prometo mi permanencia y estabilidad, reforma de mis costumbres, Pobreza, Castidad y Obediencia conforme a la regla establecida por nuestro Santo Padre el Señor San Benito Abad, delante de Dios y de sus Santos, cuyas reliquias existen en este Monasterio…, en honor de la Bienaventurada Virgen María, y de los Bienaventurados Confesores nuestros Padres Señor San Benito y Señor San Bernardo en presencia del Señor... (oficiante) por el Señor... y de la Señora Doña... Abadesa de este Real Monasterio a... (fecha)”. Debajo tres firmas: la de oficiante, la de la abadesa y la de la profesa.

Las características principales de estos documentos eran: papel verjurado o estucado, caligrafía redonda o cursiva y de formato 25x40cm.

Los textos y las ilustraciones estaban realizadas con pintura al agua por las propias religiosas, y las que tenían mayores recursos contrataban a un escribano-iluminador que solía quedar en el anonimato. Probablemente este sea el caso de las cartas de profesión de Sor Andrea María de la Encarnación y Sor Claudia Juana de la Asunción, hijas de Pedro de Mena, que conservamos en nuestros fondos.

Para el correcto funcionamiento de la galería indique un título a la galería

Cartas de profesión